Documentan 181 casos de tortura a manos de la dictadura comunista cubana en un año

Penetraciones de los dedos en la vagina de una menor, quemaduras con cigarro en los brazos, interrupciones del sueño, situaciones de pánico, transexuales lanzadas escaleras abajo esposadas…, son una pequeña muestra de la isla de los horrores en la que el régimen comunista ha convertido Cuba a lo largo del último año. La organización Prisoners Defenders ha recopilado 181 casos comprobados de torturas entre los 1.277 presos políticos que hay en Cuba, todos ellos entre abril del pasado año y marzo de 2023.

Las torturas denunciadas este martes fueron cometidas contra los manifestantes que el 11 de julio de 2021 salieron a las calles de manera pacífica para reclamar democracia y libertad, pero que fueron arrestados y procesados por el régimen comunista. El presidente del gobierno cubano, Miguel Díaz-Canel, aseguró entonces que detrás de las manifestaciones se escondían «delincuentes» y «funcionarios del gobierno de los Estados Unidos» incitando además al enfrentamiento de los cubanos contra aquellos que cuestionaban la acción del gobierno.

Del conjunto de las 181 víctimas de torturas, cuatro eran menores de edad en el momento de la detención, y mientras se produjeron las torturas, un 12 % de ellos tenían 21 años o menos. Otras 17 víctimas eran mujeres, incluida una mujer trans y una menor de edad.

Llama la atención que la izquierda que en España clama en favor de los transexuales en nuestro país, se olvide de los perseguidos y torturados por sus camaradas cubanas. «La obligaron a vestirse y raparse como un hombre, a pesar de su condición de trans. La lanzaron escaleras abajo con las esposas puestas. La golpearon y la metieron en una celda de castigo durante dos semanas, sin agua para bañarse y apenas alimentos», cuentan sobre Brenda Díaz García, cuyo caso ha sido silenciado en España por Podemos y sus organizaciones satélites que supuestamente defienden los derechos de los trans aquí en España donde realmente son protegidos por la Constitución desde hace casi 50 años.

Un menor, mayor torturado

La víctima que acumula mayor número de torturas de la represión cubana es un menor con un total de 17, Jonathan Torres Ferrat, aunque los otros tres menores acumulan 14 y 8 tipos de torturas. Las atrocidades más comunes cometidas sobre los presos políticos por las autoridades comunistas son los trabajos forzosos, exposición a temperaturas muy altas o bajas, agresiones físicas, privación de agua y alimentos, interrupción del sueño, amenazas sexuales, creación intencionada de angustia, etc.

Desde las manifestaciones de julio de 2021, la dictadura comunista cubana ha incrementado los niveles de represión contra activistas, opositores y sus familiares. De acuerdo con Prisoners Defenders, «el nivel de represión ha sido de los más altos de las últimas décadas, con miles de detenciones arbitrarias, centenares de presos de conciencia, así como centenares de reportes de torturas, no solo contra los opositores, sino también contra civiles manifestantes que fueron procesados por ejercer su libertad de expresión de manera pacífica».

La dictadura comunista emplea la tortura, como mecanismo para lograr confesiones, fabricadas y falsas, con la finalidad de meter presión a los opositores políticos durante largos periodos de tiempo. Prisoners Defenders denuncia que la tortura es utilizada «por el aparato del régimen, policías, carceleros, militares y contrainteligencia, para maltratar, vejar y torturar a los activistas de derechos humanos, homosexuales, transexuales y sus familiares». Añaden que «la tortura, está fuertemente arraigada en las prisiones cubanas y se ejerce con total impunidad, sin mayor propósito que le hacer daño a la víctima».

De acuerdo con los autores del informe, «el número de torturas reales no se conoce dado que sólo una minoría de las familias denuncian estos hechos». La información recopilada ha sido extraída directamente de las víctimas, familiares, compañeros presos y después ha sido contrastada con las bases de datos de Prisoners Defenders.

Aunque Cuba suscribió la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y otros Malos Tratos hace 30 años, su compromiso es verdaderamente papel mojado, pues el régimen cubano cuenta con un amplio historial de violaciones de derechos humanos, que son cometidas de forma sistemática y generalizada contra los disidentes.

Según los autores del estudio, «la investigación ha tenido que superar numerosas dificultades, dadas las pocas facilidades puestas por las autoridades cubanas, así como la prohibición existente a las ONG internacionales de derechos humanos».